jueves, 9 de agosto de 2012

Monstruos de Bolsillo Conquista

"Jugar Pokémon es como irse de vacaciones" dije una vez en un gran momento de lucidez. Mantengo mi palabra y me explico. Uno se va de vacaciones para olvidar su mundo real, para descansar de la vida diaria de responsabilidades. Por eso uno elige destinos relajantes y lejanos, para privarse lo más posible de aquello de lo que huye. Lo que muchos no saben es que además de París y Guayabitos, un Pokémon contiene todos los requisitos catárticos para desprenderlo a uno de la vida dura.
Para pasarnos a una vida más sencilla, más feliz y bonita. Para irnos a un lugar donde hasta el más acalorado conflicto político se resuelve en batallas pokémon. No sería acaso un mundo bello. "Que qué, ¡¿que Peña hizo trampa?! ¡¡Snorlax, yo te elijo!!
Un juego de Pokémon te muda a un universo de azúcar y alegría. No subestimen, no es algo fácil. Fácil es hacer el mundo, lo masterfuloso es lograr inmersión. Si no fuera así, los Teletubbies sería una obra maestra. Pokémon, como todo buen RPG, es inmersivo. Es indispensable para un RPG lograr esto, normalmente para narrar una gran historia, y para lograr que uno esté pegado al juego por las hasta 80 horas que se necesitan para acabarlos. Los Pokémon son diferentes, en cuanto a que te atrapan nada más para que quieras estar en ese mundo, y pasar un buen rato, haciendo lo que más te gusta hacer, así, sin necesidad de salvar al mundo, nomás queriendo evolucionar a ese baboso Magikarp.

Pokémon Conquest se llama Pokémon + La Ambición de Nobunaga en Japón porque en realidad es un crossover (pero es un secreto, no le digan a nadie o Nintendo de América se enoja). La franquicia de La Ambición de Nobunaga es una ya vieja, de Tecmo Koei, de errepegé táctico, de Japón feudal, de chidez. Ya nadie duda que está mescolanza fue una buena idea, y que los de Tecmo Koei son rifados. Cuánto a que sacan secuela para el 3DS.
Pero bah, nadie necesita saber todo eso, lo único que hace falta saber es que un RPG táctico de pokémones en el Japón feudal. ¡Vendido!

La gente critica a los mostros de bolsa por ser juegos muy sencillos. Pues sí, pero sencillo no significa simple. ¿O era al revés?.. El punto es que a pesar de ser muy abordables, también tienen una gran complejidad cuando uno se adentra lo suficiente, cuando la busca. Cierto es que acabé el juego (o sea, me salieron los créditos) con harta facilidad, y ahorita ando apenas encontrando retos medianamente difíciles. Pero la escalada no se ha detenido. Sigo desbloqueando horas y horas de contenido que es cada vez más trabajoso de pasar.

Me ha encantado la señorez de los vatos de Tecmo Koei, se nota su gran dominio del género. En especial en la comunicación diseñador-jugador. Toda la información que uno necesita para entender qué pedo, se da rápido y sin dolor. Cualquier juego que no necesite un tutorial como tal, tiene una estrellita extra. Todo está en la fluidez, la primera batalla ocurrió en el segundo minuto de haber comenzado el juego. Luego luego se notan las prioridades. En un RPG para gente respingada, la primera media hora se va en ver escenas que explican el estado emocional de los personajes y su complicada situación política.

¿Qué adonde voy con todo esto? A ningún lugar. A que Pokémon Conquest es fantástico, sin prejuicio o pretensión. Nada, les digo. ¿Les gusta Pokémon? Jueguen Conquest y masturben a su niño interior. ¿No les gusta Pokémon? No estén chingando.

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