lunes, 2 de julio de 2012

Shadow of the Colossus, la Película: Miedo porque sea mala, miedo porque sea buena

Pues que sí se va a hacer la película de Shadow of the Colossus. Nos tienen a todos espantados, más cuando se dice que el guionista será un tal Justin Marks, menso que escribió la de Street Fighter: The Legend of Chun Li. Amortigua un poco el susto que digan que Josh Trank la va a dirigir. Si bien la carrera del vato apenas va despegando, dicen que Chronicle no está nada mal. Dos cosas acerca de él me esperanzan un poco, 1, es algo joven, así que quizá creció jugando videojuegos, quizá entiende por qué es TAN importante este juego para los gamers, y 2, Chronicle tiene un acercamiento muy encarnado, cosa que comparte con el juego.
Que esas dos personas están involucradas en el proyecto es de lo poco que se sabe hasta el momento, pero eso no impidió que me diera un ataque de pánico analítico y me pusiera a pensar en exceso sobre lo que podría ser de esta película, por suerte he hablado con un poeta amigo mío sobre el tema, y me ayudo bastante a centralizar mis ideas.

Me da miedo que la película sea mala por razones obvias, por la misma razón que daba miedo que la película de Watchmen fuera mala. Porque el material fuente está demasiado consagrado y nadie quiere ver un bodrio sobre tu juego/novela/cómic favorito. El por qué me da miedo que sea buena es una razón mucho más truculenta.
Todo comenzó cuando estaba fantaseando sobre cómo sería la perfecta película de Shadow of the Colossus, me di cuenta de que lo que estaba visualizando sería básicamente lo mismo que la captura de video de alguien jugando fluidamente de principio a fin. Al principio no creí que eso era algo malo, primero porque me parecía que de esa sería la única forma en la que se podría transmitir lo mismo que el juego transmite, y porque ya antes había fantaseado sobre cómo sería la película de No More Heroes, y también era práctiamente nada más las cutscenes y las bossfights filmadas en carne y hueso. Ya después de pensarlo tantito más, me llegó una pregunta avasalladora: Si la película de Shadow of the Colossus logra evocar exactamente los mismos sentimientos e ideas que el juego ¿significaría eso que los videojuegos no son capaces de hacer nada que las películas no puedan en materia artística?
Esta pregunta me atormentó porque suponía derribar todos mis argumentos acerca de los videojuegos como medio artístico. Luego transmití mi preocupación a otro ser humano y la retroalimentación que recibí fue salvadora. Él me dio el argumento más básico, tan básico que yo mismo, en mi intranquilidad, había olvidado: por más buena que sea la película, jamás será capaz de crear ese vínculo tan extraodiriamente estrecho que se crea entre el jugador y Wander (protagonista del juego).
Y claro, en la película no van a haber esas larguísimas escenas de calbagata meditabunda, claro, en la película no será el ingenio del espectador lo que derrote a los colosos, claro, la película no va a durar 12 horas. Claro ¡en la película no sentirás lo que es intentar derrotar humanos hostiles siendo un coloso mismo! Por más capaz que sean los creadores de la cinta de transmitir todas las emociones que Fumito Ueda logró transmitir, la naturaleza interactiva, demandante, y prolija de los videojuegos hace que dichas emociones lleguen más profundo de lo que ninguna película podría. Por la sencilla razón de que los métodos de un arte no son transmisibles al de otro. 


Vaya que mi temor fue oportunista, me agarró mal parado. Mas qué bueno que sucedió así, fui abogado del diablo sin querer queriendo y al final sólo resultó en mí reafirmando mis creencias sobre los videojuegos como medio artístico.

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