martes, 23 de julio de 2013

Evo 2013

     El fin de semana pasado fue el Evo, que fue igual al del año pasado, pero más, en todos los sentidos.

     Me quedé en casa todo el viernes, sábado y domingo, no bañarme fue daño colateral. Vi lo más que pude, más de diez horas cada día. Mucho, lo sé, pero no dejó de ser emocionante, valioso y hasta catártico.
El sábado le cayó el camarada Alejo y nos sobrealimentamos de pizza y sus acompañantes. Pizza sabor buenostiempos. El domingo le cayó el camarada Óscar, vimos las finales y en los lapsus brutus jugábamos retas de Smash.

     Hablando de Smash, mención especial al mitote que se armó cuando Nintendo se quiso pasar de mamón y les retiró el permiso de transmitir el torneo de Melee. Lo que yo sospecho es que el que dio la orden no tenía idea de lo que estaba haciendo, y que otro alguien, seguro de mayor rango, cayó en cuenta de la gran pata que estaban metiendo y se retractaron. Al final, creo que Nintendo quedó dando una mejor imagen que la que hubiera dado al simplemente ahorrarse el drama. Digo, si no hubieran dicho nada sólo habría lucido indiferentes, con esto aunque muy quisquillosos, luce a que les importa un carajo lo que la gente piensa. Me pregunto si habrá ayudado el hecho de que los smasheros reunieron sabecuántos miles de dólares contra el cáncer de mama.

     El evento en general gana cada vez más reconocimiento, más influencia y más audiencia. Según recuerdo el stream rompió récord con 1,7 millones de espectadores. No me queda la menor duda de que en unos pocos años será un evento del calibre de las olimpiadas, el mundial y demás... tal vez mi anhelo me hace exagerar, qué le he de hacer.


   

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